lunes, 15 de junio de 2009

Un paseo por la historia con.... Jose María Vives




José María vivesFerretería Vives
De familia eminentemente agrícola, José María Vives desafió la autoridad paterna para dedicarse al mundo de la ferretería, en el que se adentró durante su estancia en el servicio militar.

“Subir un peldaño es difícil, pero lo más
complicado es mantenerse”




A sus 79 años, José María Vives desprende una gran vitalidad y energía, reflejo
de su gran carácter. El mismo que le hizo falta para comenzar el negocio de la ferretería, a espaldas de su padre. “Mis hermanos y yo -es el mayor de tres hermanos- teníamos que trabajar las tierras de la familia, pero yo les pagaba a ellos dos para que hicieran mi parte sin que mi padre se enterara y así podía irme a Barcelona a comprar género, que luego vendía por aquí”. Todo empezó durante el servicio militar, hacia 1950, cuando un compañero le propone trabajar en una ferretería por las tardes en Barcelona, donde entonces ganaba 15 pesetas.
Después continuó comprando y vendiendo, sin local. “Me especialicé en productos para las granjas, como baterías para poner huevos o para engordar, ya que en esta época se produjo en la comarca un ‘boom’ de este tipo de negocios. En Barcelona adquiría los artículos y me llegaban los paquetes mediante coches de línea

En 1962 abre por primera vez una tienda al público y tres años más tarde pone en marcha una fábrica de tela metálica de simple torsión -hoy cerrada-, debido a la gran demanda existente en esa zona. El local actual de Ferretería Vives data de hace unos treinta años. En él se aprovecharon las instalaciones de una vieja fábrica (su principal vestigio es la bonita bóveda que conforma el techo), cuenta con 5.000 m² de superficie y con una treintena de trabajadores. Hace algo más de un par de años se adquirió también una nave en un polígono de la localidad de Valls, que hasta el momento sirve de almacén de palets y de los artículos más grandes, ya que
la planta inferior de la ferretería (eso sí, de forma un tanto laberíntica) también se utiliza para almacenar un sinfín de referencias.
El establecimiento se encuentra estructurado en dos zonas claramente diferenciadas: una tienda de electrodomésticos regentada por Rosa Vives (anteriormente, era la madre la encargada de ella) y la ferretería propiamente dicha, de la que se encarga en la actualidad José María, hijo. La incorporación de este último al negocio se produjo en 1976, como chico de los recados, cuando contaba con 18 años. “Mi padre -cuenta José María, hijo supo entender que todos teníamos que ganar dinero desde el primer día, por lo que la transición familiar se ha realizado sin problemas”.

La confianza es un pilar básico en cualquier negocio. “Hemos tenido mucha suerte, porque siempre hemos generado confianza, tanto en los clientes como en los proveedores. Recuerdo, por ejemplo, cuando cambiamos el sistema informático. El banco nos dio crédito sin problemas durante todos los días que duró este proceso, que al final se alargó más de lo previsto”. Esta confianza no sólo se ve reflejada en lo profesional, sino también en lopersonal. “Durante un viaje que realizamos mi mujer y yo -explica José María, hijo- a la India, tuvimos un pequeño problema con la tarjeta de crédito y mi hermana la anuló desde España al no poder localizarnos. Por tanto, disponíamos sólo de una modesta cantidad de efectivo para el resto del viaje. Entonces mi mujer se enamoró de una colcha, cuyo precio superaba al dinero que
llevábamos encima. El vendedor nos dijo que no había problema, que nos lleváramos la colcha a España y que le pagáramos cuando llegáramos a nuestro país”. "Hemos tenido mucha suerte, porque siempre hemos generado confianza, tanto en los clientes como en los proveedores"
Si de algo está orgullosa la familia Vives, es de haber conseguido una perfecta organización de su negocio, algo que se aprecia desde el momento en que se atraviesa la puerta de la tienda. "Fuimos de los primeros en Cataluña en implantar los albaranes en el mostrador, hace ya treinta años. Y siempre estamos actualizándonos: disponemos de radio frecuencia, stocks informatiza
dos... Precisamente el mayor problema de una ferretería consiste en el control de stocks, lo demás viene rodado por sí mismo".
Gracias a este sistema Ferretería Vives ha conseguido un gran reconocimiento no sólo en Tarragona, sino en todo el país. "Empezamos de cero y subir cada peldaño es difícil, pero lo más complicado es mantenerse". Este aspecto de la continuidad es algo que preocupa a la familia Vives, aunque de forma relativa. De momento, han sido los hijos los que han cogido las riendas del negocio, pero no parece que la tercera generación (compuesta por cinco mujeres aún muy jóvenes) se muestre dispuesta a proseguir con él. No obstante, tienen clara su pervivencia de una u otra manera.
Especializada en herrajes y en cerrajería, sorprende agradablemente el orden que reina en toda la tienda, fruto sin duda del carácter claro y transparente de toda la familia. Su gusto por el detalle y lo bien hecho se respira en cada rincón. La combinación de aspectos tradicionales, como un largo mostrador de madera que preside la zona de la ferretería o la misma bóveda del techo, con otros más actuales determinan la fuerte personalidad de este establecimiento. Grandes conversadores, de espíritu abierto y muy hospitalarios, la jornada termina con una entretenida comida en un curioso restaurante donde los barriles de vino están acondicionados como reservados.
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